
El jabón de miel es un cosmético con una larga trayectoria, incluso es considerado como el secreto de belleza de Cleopatra. Este producto tiene comprobadas propiedades que nutren el cabello, la piel y alivian diversos malestares que puedan afectarla.
¿Qué es?
Es uno de los productos cosméticos más solicitados. Consiste en un jabón de pH neutro cuyo ingrediente activo es la miel de abeja. La miel de abeja contribuye a mantener la salud de la piel, alivia la resequedad, combate las enfermedades de la dermis, controla el acné y mantiene una adecuada hidratación.
El jabón de miel es rico en minerales como sodio, magnesio, potasio, calcio, hierro, aluminio, cobre, manganeso, zinc, plomo, fósforo, sílice, cloro y azufre; y vitaminas como A, D, E, B1, C, K, colina y rutina. Contiene encimas diversas como la iastasa, catalasa, amilasa, diaforasa, pectasa, dihidrogenasa láctica, fosfatasa y glucosa oxidasa, que contribuyen a la formación de las proteínas que conforman la piel.
¿Para qué sirve?
El jabón de miel cuenta con numerosas propiedades beneficiosas para nuestra piel y al utilizarlo sirve para:
Hidratar
Aporta humedad extrema debido a su elevado contenido de minerales y vitaminas esenciales con propiedades antioxidantes, regeneradoras y tonificantes de la piel. Mantiene la piel flexible al conservar su elasticidad natural. Esto previene el envejecimiento prematuro.
Para el acné
La miel es un poderoso emoliente, exfoliante y combate las espinillas como ninguna otra sustancia debido a sus propiedades antibacterianas. Al utilizar este jabón, la miel penetra en las capas más profundas de la piel, contribuyendo a limpiarla y purificarla.
Para todo tipo de piel
Es apto para todo tipo de piel:
- Grasa: Limpia el exceso de grasa y remueve las células muertas.
- Seca: Si la piel se encuentra seca y deshidratada el jabón de miel le devuelve su hidratación y flexibilidad natural.
- Sensible: Es un gran producto para la piel dañada, reactiva y sensible. Puede aliviar el eccema y la psoriasis al restructurar la epidermis.
- Madura: Debido a las propiedades antioxidantes de la miel, este jabón combate los signos del envejecimiento, otorgando elasticidad a la piel.
Para el pelo
Los nutrientes y propiedades astringentes del jabón de miel protegen el cabello de la resequedad, nutriéndolo y aportándole un brillo natural. La miel contribuye al crecimiento del cabello y estimula la producción de queratina.
Usos
Entre los usos de este jabón tenemos:
- Prevenir arrugas.
- Proteger la piel de agentes externos contaminantes.
- Restructurar la dermis y reducir cicatrices.
- Aliviar la piel dañada o con infecciones cutáneas.
- Mejorar la textura y el color de la piel.
- Controlar el acné.
- Aliviar el enrojecimiento cutáneo.
¿Cómo usar el jabón de miel?
El jabón de miel puede ser utilizado a diario durante la ducha. Solo debes aplicarlo suavemente en la cara, cabello, cuerpo y manos. Humedece tus manos con agua tibia y frota la pastilla hasta crear una espuma cremosa, aplica esta espuma sobre la piel evitando los ojos y las zonas íntimas.
Remueve la espuma con abundante agua fría, lo que ayudará a cerrar los poros y protegerá la piel de los contaminantes presentes en el ambiente.
¿Cómo preparar el Jabón de Miel en casa?
Puedes elaborar tu propio jabón de miel en tu hogar. Para ello necesitas:
- 300 gr de aceite de coco.
- 400 gr de aceite de oliva virgen.
- 70 gr de cera de abejas.
- 30 gr de miel natural.
- 2 gr de esencia aromática de miel.
- 104,7 gr de sosa cáustica.
- 269,3 gr de agua desmineralizada.
- Guantes, mascarilla y gafas.
Primero debes buscar un lugar ventilado y utilizar los elementos de seguridad (guantes, mascarilla y gafas). Vierte la sosa sobre el agua desmineralizada y remueve sin salpicar. La temperatura se elevará hasta los 80º C. Deja reposar hasta que llegue a 50-40º C aproximadamente. Mientras esto ocurre, coloca en una olla la cera de abeja y derrite a fuego lento, añade el aceite de coco y mezcla.
Retira del fuego y añade el aceite de oliva virgen. Deja que ambas mezclas alcancen una temperatura similar y prepara un molde para jabón. Cuando ambas mezclas alcancen los 40-50º C utiliza una batidora para mezclar los aceites mientras vas añadiendo la sosa caustica. Cuando la mezcla tenga la textura de un puré añade la miel natural hasta obtener una mezcla homogénea.
Luego, añade la esencia de miel y mezclamos. Vierte en los moldes y alisa la superficie, deja endurecer por 24 horas. Una vez endurecido, corta pastillas y llévalo a un lugar fresco y seco para que se saponifique. Para ello, deberás dejarlo reposar 4 semanas.
Puedes elaborar diferentes jabones de miel con otros productos como manteca de karité, naranja y más.
Contraindicaciones y precauciones
Antes de utilizar el jabón por primera vez, realiza una prueba de sensibilidad aplicándolo en la parte interna de tu muñeca. Si no presentas reacciones adversas entonces puedes utilizarlo en el resto del cuerpo.