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Jabón de lavanda

jabon de lavanda

Existen muchos tipos de jabones en el mercado, pero uno de los más relajantes es el jabón de lavanda, un producto que no solo es beneficioso para tu piel, sino para tu estado mental. Al utilizar este jabón para darte un baño antes de dormir, disfrutarás de sus beneficios calmantes, combatiendo el insomnio para lograr una reparadora noche de sueño.

¿Qué es?

Es un jabón que contiene aceite esencial de lavanda, ya sea Lavandula officinalis o Lavandula angustifolia. Esta planta podemos encontrarla en todo el mundo, aunque es originaria del Mediterráneo.

Es un producto muy sencillo de fabricar en casa o bien, puedes comprarlo ya fabricado en herbolarios y farmacias. Aporta notables propiedades a la piel y a la salud, por lo que es apto para toda la familia.

La lavanda es aromática y su aceite esencial es el principal ingrediente de todo tipo de cremas, perfumes, colonias y pomadas. Tiene beneficios medicinales como curar quemaduras de primer grado, heridas, infecciones de la piel y picaduras de insectos, pues tiene propiedades antisépticas y cicatrizantes, por si fuera poco, es adecuada para todo tpo de pieles.

No tienes que tener precauciones especiales con este aceite, ya que es uno de los pocos que puedes utilizar sin diluir.

¿Para qué sirve?

Como sabes, la lavanda es una hierba medicinal con notables propiedades para la piel. Su aceite esencial y sus pétalos secos se emplean en productos cosméticos porque tonifican la piel al nutrirla y estimularla. Entre sus aplicaciones tenemos:

Para hidratar

La lavanda es conocida por sus propiedades humectantes sobre la piel, favorece la retención de la humedad en la dermis, manteniéndola suave y fresca.

Para relajar

Tiene propiedades relajantes si la empleas en tus baños diarios. Es perfecta para un baño después del trabajo o de un momento estresante. Puedes utilizarla antes de dormir, pues combate el insomnio, la ansiedad, el estrés y ayuda tener un sueño largo y reparador.

Su sola presencia en tu baño o habitación aromatizará tus espacios, haciéndolos más armoniosos y acogedores.

Para aliviar la inflamación

El aceite esencial de lavanda puede aliviar la inflamación y la contractura de los músculos luego de un día de ejercicio o trabajo, también actúa sobre golpes y lesiones, aliviando el dolor y la inflamación.

Para regenerar la piel

Tiene la capacidad de regenerar la piel lesionada por el acné o con marcas, pues estimula la reconstrucción de la dermis. Se recomienda en caso de psoriasis, quemaduras y brotes de acné.

Para desinfectar

Limpia todas las impurezas de la piel y, por si fuera poco, elimina bacterias nocivas, previniendo y tratando infecciones cutáneas.

Para todo tipo de piel

Su aceite esencial es amigable con todo tipo de piel, pues calma y alivia la dermis, siendo especialmente recomendado para personas enfermas o ancianas con un sistema inmune débil.

Propiedades del jabón de lavanda

Entre las propiedades del jabón de lavanda podemos mencionar:

  • Delicioso aroma, perfecto para la aromaterapia durante el baño. Contribuirá a la relajación y a eliminar el estrés.
  • Hidrata la piel y si la combinas con aceite de almendras o de coco, podrás alejar la resequedad para siempre.
  • Es perfecto para dar masajes durante el baño y aliviar la inflamación y contractura en los músculos.
  • Regenera la piel dañada por estrías, acné, psoriasis, dermatitis y eccemas, pues acelera la recuperación y otorga a la piel un mejor aspecto.
  • Previene infecciones al eliminar bacterias de la piel.
  • Reduce las arrugas debido a su poder antioxidante y regenerador.
  • Limpia de manera eficaz porque actúa en profundidad en los poros de la piel.
  • Reduce la rugosidad de la piel y mejora su apariencia al estimular la regeneración de los tejidos.

¿Cómo hacer jabón de lavanda casero?

Si prefieres elaborar tus propios jabones, te ofrecemos dos maravillosas recetas de jabón de lavanda casero, una con sosa caustica y otra con jabón base de glicerina:

Jabón de lavanda casero con sosa

Este jabón contiene aceites esenciales naturales que aportarán muchos beneficios a tu piel y contribuirán al proceso de saponificación. Antes de elaborarlo ten presente que debes hacerlo en un área ventilada, utilizando gafas, guantes y máscara para prevenir accidentes al trabajar con la sosa caustica:

Ingredientes:

  • 100 gramos de Aceite de almendras.
  • 151 gr de Sosa caustica.
  • 30 gramos de Aceite esencial de lavanda.
  • 300 gramos de Aceite de oliva.
  • 389 gramos de Agua desmineralizada.
  • 600 gramos de Aceite de coco.
  • Molde de silicona.
  • Flores de lavanda.

En una olla mezcla el aceite de oliva, el de almendras y el de coco. Si alguno está en estado sólido, debes derretirlo a baño de maría. Calienta levemente los aceites.

En un envase resistente al calor coloca el agua y agrega la sosa. Remueve con un palito de madera. Ten presente que la mezcla emanará gases y aumentará de temperatura. Reserva en un lugar fresco para que la temperatura se reduzca.

Cuando los aceites y la sosa tengan una temperatura de entre 45 a 55 ºC, mézclalo todo con ayuda de una batidora a velocidad baja vertiendo la sosa sobre los aceites. Cuando tenga la textura de la mayonesa, agrega el colorante de tu preferencia y el aceite de lavanda.

Vierte la mezcla en el molde y espolvorea lavanda seca por encima. Deja reposar de 24 a 48 h antes de desmoldar.

Corta en barras el jabón y cúbrelo con una toalla limpia. Déjalo curar en un lugar fresco y seco por 40 días antes de utilizarlo.

Jabón de lavanda casero con glicerina

Este es un jabón muy amigable con la piel, fácil y seguro de elaborar en casa.

Ingredientes:

  • 200 gramos de base para jabón de glicerina.
  • 20 gotas de aceite esencial de lavanda.
  • Si lo deseas, flores secas de lavanda.
  • Colorante, una o tres gotas si lo deseas.
  • Molde de silicona.

Preparar este jabón es realmente sencillo, solo tienes que trocear la base de glicerina en trozos muy pequeños y derretirlos a baño de maría. No dejes hervir el líquido, de lo contrario el jabón se estropeará.

Una vez esté bien derretido, añade el colorante y retira del fuego, deja enfriar un poco y añade la esencia de lavanda y las flores secas, remueve bien para incorporar todos los ingredientes. Vierte en el molde y deja enfriar.

Si notas burbujas, rocía un poco de alcohol en la superficie.

Espera que enfríe, por lo general toma de 24 a 48 horas para estar listo. Desmolda y ya está listo para usar.